Las gimnospermas
(nombre científico Gymnospermae, también como la división Pinophyta), son plantas vasculares y espermatofitas, productoras de semillas. El nombre proviene del griego
γυμνός 'desnudo', y σπέρμα 'semilla'; es decir, 'semilla desnuda'. Este
término se aplica debido a que las semillas de estas plantas no se
forman en un ovario cerrado (esto es, un pistilo con uno o más carpelos que evolucionan a un fruto, como ocurre en las angiospermas),
sino que están desnudas. Su flor (definida como una rama de crecimiento
limitado productora de hojas fértiles o "esporofilos") tiene semilla
expuesta. Las gimnospermas vivientes consisten en las cícadas, el ginkgo y un clado de coníferas y gnétidas. Estos cuatro grupos representan sólo unas 15 familias (Judd et al. 2007), con 75-80 géneros y unas 820 especies.
Estas plantas crecen en todo el mundo, de los 72 grados al norte a
los 55 grados al sur, y son la vegetación dominante en muchas regiones
frías y árticas. Muchas son familiares como ornamentales para madera de
alta calidad. Entre las gimnospermas se encuentran los individuos más
altos y de más larga vida de las plantas.
El éxito evolutivo de las angiospermas en relación a los otros grupos de espermatofitas puede ser atribuido a los vasos en el xilema
y a sus atributos para la reproducción. Todas las gimnospermas excepto
los gnétidas tienen traqueidas en su xilema. Los vasos son más
eficientes para el transporte de agua bajo algunas circunstancias. Los
carpelos de las angiospermas hacen posible la germinación a través de un
estigma del polen y están variadamente adaptadas para la protección del
óvulo joven y la dispersión de la semilla. Las gimnospermas tardan en
reproducirse, puede pasar un año desde la polinización hasta la
fertilización, y la maduración de la semilla puede requerir tres años.
En contraste, las angiospermas usualmente se reproducen mucho más
rápido, en algunas anuales puede pasar de semilla a semilla en algunas
semanas. Con la excepción de las cícadas y algunas gnétidas, las
gimnospermas son polinizadas por viento. Las angiospermas se han
adaptado en varios modos a la polinización animal, por lo que son
capaces de reproducirse en hábitats donde hay poco viento, como el suelo
de los bosques. La naturaleza altamente específica de la polinización
por animales puede promover la especiación. Además, las gimnospermas son
raramente poliploides y no han recurrido extensivamente a la
especiación alopoliploide.
"trabajo consultado por varios autores"
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